NUESTRA OPINIÓN...

Otra vez los argentinos, optando por falsas oposiciones.

Lo vengo oyendo desde que me acerqué a la política y ahora lo reafirmo.

Perón-militares; Isabelita -militares; Alfonsín-Peronistas; De la Rúa –Peronistas

y ahora Los “K”-El campo

Siempre tuvieron que optar “apurados”, parece que nadie es capaz de prever nada.

Como todos, este es un conflicto de poder, lo bueno que tiene este, es que no se disfraza de mucha política, es directamente una batalla económica, como en el fondo lo son todas.

Hay pueblo en ambos bandos, hay trabajadores en ambos bandos, hay asalariados rurales junto a sus patrones, hay muchos políticos (oportunistas) que representan a muy pocos, que están en ambos bandos.

De nuevo advertimos la falta de un proyecto de izquierda y de una central unitaria. La gente se posiciona por gestos, por apariencias personales.


Una buena aspiración y una mala política


Los productores rurales están vendiendo todo lo que tienen. Esto ocurre en toda A.L. Los precios de los alimentos y granos crecen todos los días.

Entonces es buena idea que algo de esa ganancia se pueda distribuir entre toda la población.

Las retenciones en Argentina, son de algún modo una quita, en el momento que el productor va a cobrar por su venta. De acuerdo al monto, debe dejar un porcentaje, dado lo abultado de las últimas ventas el gobierno intenta aumentar el % de retención.

A pesar de ser de estricta justicia, al parecer no era del todo legal, y por eso se discute en estas horas en el congreso una ley que legalice la medida.

La media es buena, pero no deja de ser una confiscación ante los ojos de los productores.

Lo insólito es que muchos periodistas, ponen ahora de ejemplo a Uruguay, como forma de manejar con seriedad estos asuntos.(¿Por qué será que se olvidaron de Botnia?)

Y el tema es, cómo se maneja ese poquito de poder que dan las elecciones en este marco capitalista, donde continúa muy firme la inviolabilidad de la propiedad privada.

En Argentina el dólar, está más caro que en el resto de región. Esto tiene dos efectos concretos. Por un lado los productores aumentan sus ingresos exponencialmente, porque reciben un dólar caro, y con él costean fácilmente sus gastos y puedan ahorrar grandes sumas, quitando de la circulación en su país. Y a veces depositan en el exterior. Al mismo tiempo el gobierno tiene un dólar caro para hacer frente a las importaciones necesarias para la vida del país, con lo que se transforma en un elemento inflacionario y además al gobierno le cuesta caro comprar los dólares para los vencimientos de su deuda.

Estos son algunos aspectos, por los cuales el gobierno Argentino debe “echar mano a esas retenciones”.

En Uruguay el esquema económico es diferente, aquí no se realizan retenciones. Tenemos un dólar barato y cuando los productores venden, reciben dólares no tan potentes como los argentinos.

A su vez el gobierno puede comprar esos dólares en el mercado de forma más cómoda, y paga sus deudas sin apremios y lo más importante, ese dólar bajo, permite hacer frente a la compra de un combustible en mejores condiciones, a pesar de la suba desmedida del mismo.

Uruguay se adapta a las circunstancias internacionales, donde el dólar baja en todos los países, adecua su política económica a ese elemento externo que no puede variar, pero lo utiliza a su favor. Utiliza las leyes capitalistas, es el mercado el que fija el precio del dólar y así no necesita de retenciones y nadie le puede protestar.

Otra vez, cuándo no? La cuestión del poder asoma.

Los gobiernos deben ser muy cuidadosos e inteligentes, en el manejo de ese poder tan reducido que dan las urnas. El otro, el total, el que permite las confiscaciones se logra con Revoluciones victoriosas y éstas, desde hace mucho tiempo, no se producen en ninguna parte del mundo.

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