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Mi abuelo usaba sombrero

En estos días escuchamos ideas, propuestas y soluciones a los más diversos problemas del país.
Provienen de la oposición y más precisamente de los aspirantes al sillón presidencial.
Dan soluciones facilísimas de instrumentar a los grandes problemas nacionales y ponen cara de desconcierto al no poder explicarse por qué el gobierno no lo hace, siendo tan sencillo de resolver.
Ellos ponen la idea, dicen como hacerlo, el gobierno ejecuta y a otra cosa mariposa. Todo arreglado, ¿vieron que fácil?

Ahora, lo que con mayor solvencia manejan, es dónde hay que recortar y dónde hay que gastar!!!
Y lo dicen muy sueltos de cuerpo, sin avergonzarse ni un ápice.

Esto me hace recordar un viejo dicho de la época de mis abuelos y a uno de ellos. Era un caballero. Pulcro en el vestir, peinado con gomina. Usaba sombrero, de paño en invierno y pajilla en verano. Saludaba a todo el mundo, a los hombres con un leve toque de dos dedos al ala del sombrero.
A quienes le merecían su particular respeto y sobre todo a las damas, saludaba entonces sosteniendo con tres dedos la parte anterior de la copa, separando el sombrero de su cabeza unos centímetros, algo ladeado… una exquisitez…genuina cortesía.

Y por asociación de ideas recordé el dicho: “Hacer cortesía con sombrero ajeno” que significa algo así como “atribuirse a si mismo lo que no le es propio” o más sencillamente “regalar lo que no es de uno” o “ser generoso con los bienes ajenos”

No son otros, no son caras nuevas, son los mismos que llevaron el país a la ruina, que liquidaron la industria nacional, que pusieron al agro en bancarrota. (Las cámaras empresariales y las del agro ¿no recuerdan lo que pasó en el país en la última década?)

Son los mismos que llevaron adelante negocios ruinosos para el país, asociándose con delincuentes (algunos tras las rejas), que destartalaron las dependencias eficientes del Estado, que cercenaron el derecho de los ciudadanos al trabajo. Son los responsables y no otros, de la pobreza y la indigencia. Son los responsables de la miseria y la ignorancia.
Y son por sobre todas las cosas culpables de toda culpa del sufrimiento de los niños de este país.
Y tienen el tupé de venir a decir dónde hay que gastar, después que despilfarraron los bienes de la Nación.

Después que el país se recupera, gracias a las políticas implementadas desde el gobierno, pero sobre todo por el esfuerzo de los ciudadanos todos (o casi todos), estos muchachos se relamen soñando con volver, no con la frente marchita, sino con renovado apetito.

Algunas preguntas que nadie les hace:

Ahora que el Banco República da ganancias, tiene extraordinaria solidez, fuertes reservas, que ya no tiene carteras incobrables ¿qué piensan hacer con él?
¿Empezar a prestar nuevamente a quienes no pagan? ¿Tratar de volverlo ineficiente para que no compita con la banca privada?

Ahora que el Sistema Nacional Integrado de Salud brinda cobertura cada vez de mayor calidad a la totalidad de la población ¿van a volver a instaurar una salud para ricos y otra para pobres? ¿van a cerrar el Hospital de Ojos?

Ahora que los Entes Autónomos se vuelven eficientes, que están al servicio de la población, dirigidos por personas idóneas, que ya no dan pérdidas cuantiosas, ¿van a poner a dirigirlos a sus amigos aunque no sepan mucho del tema? ¿van a comprar alguna cadena de estaciones que den pérdidas millonarias? ¿no van a modernizar nunca más la refinería de ANCAP? ¿van a suspender las obras de saneamiento? ¿van a construir un par de torres más para estar bien comunicados? ¿van a arrancar las vias para que nunca más corra un ferrocarril en el Uruguay?

Ahora que la Justicia actúa sobre la violación a los Derechos Humanos, investiga sobre los desaparecidos y condena, luego del debido proceso, a torturadores, asesinos y secuestradores ¿piensan detener la acción de la justicia? ¿piensan soltar a los dictadores y asesinos?

Estos muchachos, todos, los matices son artilugios y martingalas, piensan cambiarle el rumbo al Uruguay, ya no será lo que es ahora, esfuerzo permanente para que los más infelices sean los más privilegiados, será en cambio “que los privilegiados sean unidos, esa es la ley primera”.

El país está en un proceso de franca recuperación y las perspectivas son alentadoras, quiera la ciudadanía que no caiga en malas manos.

Mi abuelo hacía cortesía con su sombrero, se lo había comprado con esfuerzo.
Sería bueno que esta pléyade de candidatos se fueran comprando sus sobreros y dejaran de manotear los ajenos.

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