NOS ESCRIBEN...

El compañero nos envió las líneas de más abajo, con una excelente redacción y claridad de conceptos.

Previamente escribió un par de renglones, para manejarlos internamente. Como también “hacen a la cosa”, nos permitimos publicarlos. Esperamos que no se enoje...

"Como siempre compañeros, entre nosotros no hay obligación ninguna en publicar, pero es un tema que nos tiene atragantados a unos cuantos, y eso me hace escribir. De todos modos, gracias por el trabajo que están haciendo."

Semanas complicadas si las hubo, fueron estas últimas para la interna frenteamplista,
Un sudor frío nos comenzaba a correr cada vez que veíamos a nuestros dirigentes ser entrevistados por periodistas que nunca tuvieron tan facilitado su trabajo.

No quiero volver atrás ni buscar quien “tiró la primera piedra”, o a quien se le fue más la lengua, tuvimos una gran capacidad para no escapar casi ninguno a la “magia” de los micrófonos sedientos de primicias.
En una fuerza madura como la que hoy nos cobija, esto pasa a segundo plano teniendo en cuenta la batalla electoral que se aproxima.

Lo fundamental estuvo centrado en el debate de candidatos y en el programa.
Como la inmensa mayoría de los compañeros me afilio a la importancia del programa, ya que ahí está lo esencial de las promesas para cumplir en el próximo período.

El programa tiene que llevar en forma clara a nuestra militancia primero y a todos los uruguayos después, cuales van ha ser los caminos hacia la concreción de un país mas justo, asegurando a nuestra sociedad toda, el tema del trabajo, el de vivienda, el de seguridad y tantos otros problemas que aquejan a parte de nuestra población.
Es en este punto donde me entra la preocupación de que entre candidato-programa, programa-candidato, me está faltando una pata por lo menos para que esta construcción no se me venga abajo como un castillo de naipes.
Y lamentablemente de esta tercera pata no estoy escuchando hablar a nadie o a casi nadie,
¿Qué pasa con las bases?

Y cuando hablo de bases, saco de la discusión, las cuotas de poder, el comité de base (que nos debemos un debate de su funcionamiento) y todo lo que tenga que ver con una posición útopica que se expresaba en aquella consigna “todo el poder a las bases” etc. Etc.

Cuando hablo de bases me refiero, al arma que creó nuestra fuerza política y que nos sirvió para aglutinar, crecer, resistir, crecer nuevamente y llegar al gobierno.

Cuando hablo de bases me refiero a esa que los partidos tradicionales luego de la derrota estrepitosa del 2004 están “bajando” a los barrios a buscar y tratar de copiarnos nuestros métodos de trabajo.

Cuando me refiero a bases hablo de esas que vamos a ir a buscar para que hablen con el vecino, que reparta nuestra propaganda, que explique la importancia a los jóvenes de sacar la credencial.
Y eso me preocupa, me preocupa que nuestros precandidatos a la presidencia del país, no se refieran al tema.

¿Porque la bases y la movilización?
Porque sin ella hablar de profundización de los cambios (que hablamos absolutamente todos) es una falacia.
Tal falacia es, que cuando nuestro gobierno tomó una medida como el IRPF, (que todos somos contestes que no tocaba a los grandes intereses) la desinformación, la mentira y la calumnia provocaron grandes dificultades, dentro de nuestros militantes y un gran estupor y rechazo en la población en general que con mucho esfuerzo fuimos revirtiendo.

Podemos seguir recordando, una a una, cada medida de gobierno, donde nuestros legisladores votaban solos, con barras vacías y nuestra fuerza política no aparecía defendiendo y reafirmando los cambios.
En estos términos la profundización de los cambios se hará harto difícil, profundizar cambios significará tocar a poderosos y éstos tienen todo a su alcance para dificultar la concreción de éstos.

Cambios sin movilización, serán tibios y posiblemente no sean.

Solo con la movilización, con un gobierno que comprenda la importancia de la gente concientizada y alerta, apoyando las medidas que en este período se van a tener que tomar, nos garantizará llegar a buen puerto.
No hay iluminados. Solo la garantía del pueblo organizado como soñaron y forjaron los fundadores de nuestra fuerza política nos asegurará avanzar, con dificultades, pero a paso firme en busca de la “pública felicidad”

El tábano