NOS ESCRIBEN...

Decir que la red de internet es infinita, es estar muy cerca de la verdad.

Todos recibimos y enviamos diferentes mensajes.


El otro día me llegó uno de un compañero frenteamplista, que planteaba varias dudas.

Por ejemplo.


*) Quién y cómo ha ejercido el poder en el gobierno del FA?

*) Qué personas, grupos ideológicos u opiniones han primado a la hora de adoptar decisiones?

*) Quién ha controlado el cumplimiento de metas y objetivos?

*) Por qué en tanto tiempo de gobierno nuestros intendentes se reunieron tan pocas veces con las autoridades nacionales?

*) Por qué compañeros han renunciado a diversas responsabilidades?


Estas preguntas que se disfrazan de inocentes, con la intención de plantear dudas generales, se lanzan como grandes redes que todo lo abarcan.

En general el que las formula, cree que tiene un gran bagaje de argumentos, y ya tiene un planteo, totalmente armadito. Y es lícito.


Lo bueno de estas preguntas no son sólo sus respuestas, sino el hecho que seguramente están en el pensamiento de muchos militantes políticos y sociales, si se me permite la diferenciación, sólo por comodidad.


En todo este importante número de compañeros, con todas las letras, honestos, trabajadores, abnegados, etc. hay un cierto común denominador. En su estado de ánimo, prima casi siempre, un sentimiento de frustración. No importan las buenas noticias que reciban diariamente. Cualquier desajuste, error, o una política no entendida, prima sobre varias positivas.


Esas preguntas son verdaderos reclamos, es como el que no se resigna a perder la niñez, o a un ser querido. Hay una angustia latente que todo lo impregna. Tiene que ver con uno de los primeros editoriales del Se Puede, allí se titulaba: “Sí, pero...”.


Y sin jugar a la retórica, uno debería preguntarse, por qué están estas preguntas, tan a flor de piel de muchos.

Aquí emergen claramente, dos visiones muy distintas de la realidad, que deseo no destruyan el próximo congreso del FA.


Estos compañeros, en su fuero íntimo, se deben analizar en sus actos y pensamientos, muy frecuentemente. Analizan la historia de sus luchas, de su militancia, de las propuestas del FA y del funcionamiento del FA a lo largo de la historia y concluyen, que ellos son los coherentes.


Ellos son los abanderados de los postulados históricos de nuestra fuerza política.

Dicho con todo respeto, pero para ser gráficos: hay como un pataleo. Hay una protesta permanente. “Esto no era lo que me imaginaba” “Yo quería otra cosa” “Tantos años militando, para esto?”


Al compañero le faltaron otras frases, “Quién me robó la ilusión?” o “¿Por qué los que tienen responsabilidades concretas, no cumplen lo que durante años dijimos?”y “Si yo soy el coherente, entonces me están engañando”.

Modestamente, las explicaciones no están en el hoy, o en el ayer reciente. Vienen de más atrás.


Vienen de una salida de la dictadura, donde los dos grandes pilares de militancia que sostenían al FA en la pre dictadura, el entorno del PC y el del MLN, llegaron maltrechos en lo organizativo y en lo ideológico. Y rápidamente ( por no decir alegremente), todos nos abrazamos a la “democracia”. Algunos le agregaban la palabra “popular”, otros lanzaron una consigna”democracia avanzada”, que al final resultó organización política.


Muchos se pusieron el traje de aquella “democracia burguesa”, pero en el fondo también muchos pensábamos: “Pero por ahora, dejá que me cure las heridas y ya vas a ver” o “Dejá que pueda organizar a las masas y ya vas a ver”. Allí comenzó a formarse esa “doble personalidad”, que tal vez devenga en la paranoia actual, donde se buscan conspiraciones internas, entre los que ejecutan las políticas.


Pero luego... “Se cayó el muro” y salvo las lógicas escaramuzas en el PC, todos, incluso los que se quedaron con el nombre PC, chiflamos y miramos pa’l costado. Y seguimos en nuestro fuero interno, con la lucha revolucionaria, el socialismo y la toma del poder para concretar los cambios.


Como la realidad es porfiada, todo el mundo se fue debajo del “paraguas” del FA. Y las definiciones de éste y su estructura, nos permitían perfectamente militar legalmente, en consonancia con la época. Y desde allí hicimos la más creativa de las oposiciones. En poco tiempo, nos transformamos en los campeones mundiales de los opositores. Cada día, aparecía una forma nueva de oponerse y denunciar a los “corruptos” de los partidos tradicionales. Al principio les decíamos “oligarcas”, luego tan sólo “vendepatrias” y los asociábamos a los “piratas”, se acuerdan?.


Obtuvimos la IMM y nos llevó gran parte de la atención y energías. Era la primera vez que podíamos gestionar.

En el 94, salimos terceros, por poquito. No había balotage, y tal vez si no hubiera habido “Filtro”, la historia pudo ser otra.


En el 99, unos miles de “cráneos” frenteamplistas se metieron en las internas de los colorados, salió Batlle, y nos vacunó en el balotage.

A partir del 94, el gobierno central dejó de ser una quimera. La IMM venía bien, y todas las energías fueron puestas en obtener el gobierno.


Elaboramos bonitos programas, pero nunca discutimos cómo gobernaríamos. Tal vez si lo hubiéramos hecho, no ganábamos.

Los que tuvieron la responsabilidad de gobernar, lo hicieron (y eso es por demás claro), con los pies en la tierra. Y gran acierto, sin dudas.

Tuvieron también muy claro la diferencia entre gobierno y poder, en lo interno y en lo externo.

Y con el viento a favor del comercio internacional, se dedicaron a poner la casa en orden, aceptando la realidad de las leyes capitalistas, que rigen todos los vínculos externos e internos.


Pusieron todos los resortes legales que les da la Constitución, para que a través de la gestión del Estado, realizar la mayor distribución posible.

Por eso, y aceptando las reglas de juego, no persiguen las ganancias de algunos, sino tratan, a toda hora y de forma constante, de eliminar la pobreza de muchos.


Este es el “duelo” que muchos debemos hacer, por aquella lejana utopía, que no ha muerto, que va, pero la realidad, nos la ha alejado un trecho.

Sin entrar a hacer sesudos análisis, uno también puede preguntarse:

*) ¿Qué es lo más importante?

*) ¿Damos la lucha de clase a rajatabla, sin importar que enfrente tenemos al primer gobierno progresista?

*) ¿Le exigimos a este gobierno, que en 5 años repare, lo que otros destruyeron en 170?

*) ¿Existe en este país otra fuerza creíble, además de nuestro FA, que pueda concretar (no escribir), un programa de democracia más avanzada?

*) ¿Quién es más revolucionario? ¿El que asegura ganar de nuevo con el 50 % más muchos, o el que llega a un balotage, con posibilidades de perderlo, o de ganar pero sin mayorías parlamentarias? Y en este último caso, ya nos preguntaremos:

*) ¿De qué nos valió un exigente programa si no lo podemos aplicar, ya que dependeremos de los acuerdos con otros partidos?.

Javier ( La Blanqueada).

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