SEÑALES, MENSAJES Y SENSACIONES DEL URUGUAY...
Visto desde la óptica de un emigrante uruguayo en su lugar de exilio, alejado de la cotidianeidad de los mezquinos avatares de la política casera, las señales y mensajes que recibe desde su patria son desesperadamente desalentadores.
La esperanza surgió con el advenimiento de un gobierno popular ( porque nació del pueblo).
Se prometía terminar con siglo y medio de políticas antinacionales, marcadamente protectoras de los intereses clasistas de una oligarquía criolla corrupta y corruptora.
Existía el deseo de que los cambios fueran el comienzo de una concepción, en la que la política sirviera nada más ni nada menos, como instrumento necesario para beneficiar a una población decepcionada.
La gente estaba cansada de los engaños de unos elementos, cuyos fines no eran otros que los de su propio beneficio, y la salvaguarda de los intereses de las clases dominantes, que habían llevado al pueblo uruguayo a la crisis social más grande de su historia.
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